Silent Hill

Los videojuegos, al igual que el comic, se han transformado en los últimos años en una fuente de recursos para el cine, desafortunadamente este género en sí, no ha sido aún tan bien adaptado como el comic (Superman, Batman el Caballero Oscuro, X-Men), pues verdaderas obras maestras en este medio se han mediocrizado al adaptarse a la gran pantalla, pero sin lugar a dudas la excepción ha sido Silent Hill, sin ser una maravilla si que ha sido al menos respetada y es que se antoja ciertamente complicadísimo cargarse una historia tan buena como la de este juego, que todo hay que decirlo, ha tomado una dinámica decadente con los últimos lanzamientos de la saga.

Resulta imposible mejorar lo inmejorable y si Silent Hill fue un hito en su medio, Silent Hill 2 fue un punto de inflexión en los videojuegos, para mí, nunca alcanzado, pues goza de un lirismo y una belleza pocas veces visto en una videoconsola e incluso casi que me atrevería a decir en el género. Sin lugar a dudas a ello ha contribuido la excelente banda sonora de Akira Yamaoka, la cuál os animo a escuchar con la elaboración de este escueto post.

En Silen Hill el terror es representado a través de lo psicológico, el no ver nada más allá de unos pasos, la incoherencia de la realidad, lo visceral de los comportamientos de quienes nos encontramos por el desolado pueblo, la incertidumbre, el pasado como losa que nos arrastra hacia nuestro inexorable sino, todo esto son los elementos que conjugan la obra maestra de Konami, si no lo habeis jugado, a que esperais.