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viernes, 9 de marzo de 2012

Rififi


Estamos ante una de las películas de cine negro más emblemáticas del continente europeo, en la que Francia a demás nos ha regalado tan importantes incursiones en este género del que me considero el más ferviente admirador.


Realizada por Jules Dassin en el año 1955, curioso realizador estadounidense siendo su nombre original Julius cambiado posteriormente por Jules. Nos regala con esta cinta su obra más carismática y de mayor mérito, aunque en su extensa filmografía podemos encontrar joyas como “La ciudad dormida”, "Noche en la ciudad" con la bellísima Gene Tierney o “Fuerza bruta” en la que encontraba la colaboración del genial Burt Lancaster.

En esta película de ladrones y gangster, Jules colabora en la creación del fantástico guión  y  como curiosidad se reserva un papelito en el casting de actores al más puro estilo Alfred Hitchcock. Entrando en los acontecimientos que nos narra, el film es la historia del delincuente Tony “Le Stephanoise” encarnado por un genial Jean Servais ya en la madurez de su carrera, este sabe imprimirle el carácter rudo y desencantado, pues no es más que un hombre condenado a vivir estigmatizado por su única habilidad, la de perpetrar robos, como si del mismísimo Humphrey Bogart se tratase, no escatimará en recursos para volver a las andadas, ya que tras volver a su barrio una vez cumplida la condena y conocer que su novia es ahora la nueva amante del gangster que controla las drogas, la prostitución y el dinero en los suburbios de París.


No os dejéis engañar por lo ridículo del título, puesto que tiene su porqué, Rififi, según se explica en la cinta, significa algo así como “camorra” o lo que aquí denominaríamos “candela”, puesto que se refiere a las relaciones viscerales y tormentosas que atraen a las mujeres hacia esos hombres rudos y de dudoso trato, vamos que viene a ser eso de el "chico malo" y la atracción que sienten las mujeres. Todo esto está perfectamente reflejado en el transcurso del film, puesto que la morbosidad está patente en numerosas secuencias en las que se pueden deducir connotaciones sadistas presentes en este tipo de relaciones, si a ello le añadimos que fue victima de la censura por escenas subiditas de tono hacen de la cinta una recomendación de obligatorio visionado para todos aquellos amantes del cine negro y del cine en general.

Como curiosidad deciros que existe una película de Jess Franco en la que contaba con el mismísimo Jean Servais y Fernando Fernán Gómez, que para su distribución en nuestro país la denominó como "Rififi en la ciudad" aunque desconozco los motivos o si es semejante a la francesa.

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